miércoles, 12 de noviembre de 2008

Centro Social La Vakeria, L'Hospitalet en 1998.

Carta escrita con motivo del desalojo del Centro Social La Vakería, L'Hospitalet, 1998.

Carta a los políticos, jueces y demás autoridades

Apreciados Señores y Señoras:

Nosotros somos parte de eso que los medios de comunicación muy acertadamente han bautizado como “Jóvenes Ocupas”. (Obviamos la K por respeto a la Real Academia de la Lengua y hacia Uds.) Nosotros somos hijos de esta ciudad a la que tanto amamos y que Vds. con esfuerzo loable van convirtiendo en cuna de hermosas tradiciones, crisol de culturas, ejemplo de civismo, solidaridad y tolerancia.
Nosotros sabemos de la tenacidad que Vds. están poniendo en resolver los problemas que hoy tiene la ciudadanía. Reconocemos y agradecemos su abnegada entrega.
Sin embargo, observamos apenados como este su esfuerzo resulta del todo insuficiente.
Es por ello que hemos decidido (perdonen la palabra) tomar las riendas de nuestra vida. Es por ello que hemos decidido (perdonen una vez más) bajarnos del carro de la opulencia y del consumismo que deja tras de sí una estela de exclusión y miseria. Es por ello que queremos colaborar en encontrar soluciones a problemas que tanto nos afectan. Es por ello que llenamos de vida espacios abandonados. Es por ello que ocupamos.
Nosotros sabemos también que son muchas y muy importantes sus preocupaciones, sabemos que en sus despachos se acumula el trabajo. Es también por ello que ocupamos, para aliviarles de una parte de la pesada carga. No queremos que en ello se vea una actitud amenazante, sino bien al contrario, un espíritu de colaboración social, en ocasiones quizás no exento de cierta torpeza involuntaria debida sobre todo a nuestra extremada juventud, pero nunca mal intencionada. Uds. deben esforzarse en comprender que es el amor el que guía nuestros pasos.
Nosotros sabemos que Vds. en circunstancias excepcionales apelan a la ciudadanía para que se movilice en apoyo a la justicia. Nosotros también queremos apelar a Vds. a la tolerancia, al civismo.
A Uds. les rogamos encarnizadamente:
No nos desalojen, porque si lo hacen tenemos que parar todas nuestras actividades, que son muchas, y luego volver a ocupar. Esto nos causa muchos perjuicios, nos cierra puertas a una colaboración social conveniente y nos apena muchísimo. En el caso de que por imperativos legales o cualquier otra razón se vieran obligados a dictar orden de desalojo, no lo hagan a altas horas tales como las 7 de la madrugada. Estamos durmiendo. Por favor, no desalojen en días laborales, aún queda gente que trabaja y no puede venir a apoyarnos. Asimismo suplicamos que nos avisen con tiempo para organizar la resistencia, y en caso de suspensión de una orden se nos comunique a la mayor brevedad posible, para evitarnos esfuerzos inútiles.
Por último un ruego más. No nos manden tantos efectivos policiales. Estos producen situaciones tan violentas como innecesarias. Además nos asustan mucho.
Nosotros, como los peces, queremos vivir, y Uds. deben dejarnos crecer.
Nada más, reciban nuestro más respetuoso saludo, al tiempo que les damos las gracias anticipadas por su comprensión.


Jóvenes Ocupas y Desconcertados, por la Tolerancia y el Civismo.

Extraído del Manual de guerrilla de la comunicación, varios colectivos participan en su autoría. Virus editorial 2000.

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