domingo, 20 de julio de 2008

Gamonal-Burgos arde. Agosto 2005.

El jueves 19 de Agosto de 2005 el Ayuntamiento de Burgos dio inicio a las obras de construcción de un descomunal parking en la calle Eladio Perlado, en el barrio de Gamonal.


El jueves 19 de Agosto de 2005 el Ayuntamiento de Burgos dio inicio a las obras de construcción de un descomunal parking en la calle Eladio Perlado, en el barrio de Gamonal. En poco tiempo la ciudad de Burgos ha sido pasto del proceso especulativo en el que varias mafias del ladrillo, respaldadas por l*s polític*s de turno, han convertido la ciudad en un paraíso de la especulación y el mamoneo inmobiliario. La empresa que quiere construir el parking, llamada Arranz Acinas, tiene a sus espaldas 10 muertos producidos por un accidente laboral el pasado 13 de enero, pues parece ser que el almacén donde se cambiaban los obreros que construían el carril bici saltó por los aires ya que ahí también se almacenaba gasolina. Pero esta vez la cosa no fue como ell*s esperaban, la noche anterior la policía comienza a poner los carteles en los árboles para que los vecinos vayan apartando sus coches, a los pocos minutos de colocarlos l-s vecin-s retiraron y procedieron a la destrucción de las chapas informativas. Son las 5 de la madrugada cuando comienzan a llegar policía local y unos pocos nacionales escoltando a los obreros encargados de colocar el vallado para la obra. Un*s vecin*s con el sueño ligero se asomaron y dieron la voz de alarma: silbatos, caceroladas y una sirena, imitando a los avisos de la llegada de los bombarderos fascistas, sirvieron para despertar a todo el barrio que se echó a la calle para paralizar el inicio de las obras. Esta vez sólo bajaron unos 60 vecin-s, que se pusieron frente a los camiones para complicar el colocado de las vallas. La policía local comenzó a cargar con dureza, ancian-s y niñ-s fueron golpeados brutalmente y algún vecino respondió a los policías con puñetazos. Hubo dos detenid*s y un número indeterminado de contusionad*s en el hospital. Por la tarde se convocó al barrio a una asamblea en la que los ánimos estaban muy caldeados. Después de 30 minutos de asamblea, de que se expusiese los hechos de la mañana, de enfocar la rabia hacia los policías que se encontraban de nuevo custodiando las vallas, se decide partir en manifestación hacia el lugar donde se encuentran las vallas que acotan la calle entera. Al grito de “si esto no se arregla guerra, guerra y guerra”, “Eladio Perlado, Parking no!!” y “aquí se tortura como en la dictadura” la gente comienza a colocarse junto a las vallas y a la de tres tod*s comienzan a zarandearlas, puesto que estaban atornilladas y soldadas, hasta que van cediendo; la policía ante el miedo a sufrir la ira del barrio se mantiene a la expectativa. Los insultos a la policía (“policía asesina” o “la policía tortura y asesina”) se sucedieron, l*s vecin*s del barrio se echaron a la calle para mostrar su malestar con una construcción que, además de ser una descarada imposición de los caciques locales y su morralla política, supone un evidente deterioro de las casas donde vive la gente debido a su antigüedad y pésima construcción (Gamonal es un barrio obrero creado en los años 70 para dar cabida al éxodo rural burgalés que se incorporaba a las fábricas que se iban creando). Cabe decir además que por debajo de la calle pasa un río subterráneo. Las vallas comienzan a ser impetuosamente zarandeadas, la policía local hace un amago de carga pero se ve desbordada por la enorme cantidad de gente. La situación se desboca y se tumban casi la totalidad de las vallas. A un lado y otro de la calle van surgiendo barricadas aprovechando los contenedores volcados. La pretensión de l*s vecin*s es que la policía abandone el barrio, y para ello les acorrala. La policía impotente intenta cargar pero lejos de dispersar a la multitud (que ya suma más de 500 personas) lo único que consigue es que se desaten los disturbios. Varios grupos arrasan con todo, vuelcan contenedores, destrozan cabinas, lanzan objetos a la policía, cortan la calle Vitoria (una de las principales arterias de la ciudad) y finalmente, ante una nueva carga de los mercenarios de azul para deshacer el bloqueo de esta emblemática calle burgalesa, se prenden contenedores, arde la caseta de la obra (ante la imposibilidad de volcarla), y se ataca a la madera con botellas, piedras, tornillos, bombas de salfumán y otros objetos. Los agentes del orden asisten atónitos al acto vandálico de la turba, pero no perdieron pese a todo su prepotencia y chulería macarril (actitud que llegó al paroxismo cuando un policía, vecino de la propia calle Eladio Perlado, llegó a amenazar a sus convecin*s). Algún intento de volcar un coche de policía y la batalla campal se desata hasta la madrugada, al recibir los guardianes del Estado refuerzos de otras provincias. Estos disturbios que hacia las 23 horas parecían llegar a su fin, sufrieron un espectacular recrudecimiento cuando los matones del sistema dispararon una pelota de goma a la cabeza de un chaval a una distancia de 5 metros, dejándolo tendido en el suelo. L*s vecin*s le dieron por muerto (al final está en vigilancia médica en el hospital aunque su vida no corre peligro) y desde las ventanas comenzaron a lanzar todo tipo de objetos: sartenes, muebles, basura, tazas de wc, frutas y verduras, patatas,... a lo que la policía respondió disparando balas de sal y pelotas de goma contra las ventanas. Además se formaron varios grupos de vecin*s que se dispersaron por todas las calles aledañas, atacando a la policía y atacando la propiedad. A las 2 y pico de la madrugada los disturbios tocaban a su fin con un saldo de decenas de vecin*s herid*s, 9 policías estropeados (y esperamos que se mueran), y 6 detenid*s amén de decenas de identificad*s a la espera de juicio. Al día siguiente los medios del poder comienzan su ya clásica campaña de intoxicación (el alcalde culpa a “grupos anarquistas y anti-sistema, la prensa a radicales venidos de Euskadi, etc...), sin embargo los hechos fueron protagonizados exclusivamente por vecin*s de Gamonal y otros barrios burgaleses que se solidarizaron; vecin*s que por propia iniciativa han comenzado una labor contra-informativa para desmentir las distorsiones de la prensa. Ahora l*s protagonistas de los disturbios, es decir, l*s vecin*s de Eladio Perlado y los demás participantes, han creado unos potentes lazos de solidaridad, simpatía y complicidad, fruto de una lucha que, lejos de terminar, no ha hecho más que comenzar.
Seguiremos informando del desarrollo del conflicto, ya que el ayuntamiento sigue empeñado en construir el parking. Por nuestra parte, desde el Burgos rebelde, apelar a la solidaridad de tod*s l*s compañer*s, pues si las máquinas vuelven l*s vecin*s saldrán a las calles, calles que ahora estarán (y ya lo están) tomadas por los antidisturbios. Por la extensión de la revuelta, acción directa contra el Estado.

Un*s vecin*s del Gamonal insurreccional.


Un vídeo-documental titulado La calle es nuestra acerca esta situación. Dirigido, escrito y montado por Los francotiradores del vídeo (r), cuadrilla del 18 de agosto.

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