domingo, 24 de febrero de 2008

La Banda Trapera del Rio

Entre curriquis de barrio suburbial en una ciudad podrida. Nacidos del polvo de un borracho y del coño de una puta. Sin reconciliación, enemigos del sistema. El peligro acecha, un ejército putrefacto amenazando con caer en todos los barrios aburguesados. Escuadrones de quinquis escoltando a rockeros incontrolados. Entre drogas capturan el rechazo a toda una generación de inadaptados.


"Soy un tío molante, soy un menda canelo
aunque alguna vez me echen el guante y me lleven pal talego
Soy curriqui de barrio, soy amigo del obrero
soy enemigo del sistema y le pienso pegar fuego
Voy a quemar la alta alcurnia y les voy a robar su dinero
para comprar más gasolina y seguir pegando fuego
Les voy a robar sus coches, les voy a robar sus alhajas
con los coches me haré calderilla, y haré trizas sus alhajas"


"Ciudad podrida, nos traes la noche y el miedo
ahora que estás dormida, las calles están llenas de fuego
Este es el momento en el que ha muerto la vida
no me importa el poniente, puedo caminar sin guía"

Tequila cantaba rockanroles en la plaza del pueblo, y La Banda disfrutaba cagándose en la sociedad. En las cloacas de la Ciudad Satélite, agobiados y humillados, en un rincón de mierda de control y represión, llamando a las ratas a salir al exterior para destruir las heces que deja la sociedad.


"La mierda, la droga y el sexo a todos asfixiará"

Tensión, pánico, terror, violación. Una enorme cloaca de ratas en la que sólo crecen los cuarteles de policía. Los bastardos de un urbanismo insoportable escupiendo. Un grupo de adolescentes que tienen por estómago una hormigonera que deshace cubata y cerveza. Confusos y perturbados, nadie se entiende, nadie se aclara. Miseria de la vidad cotidiana, pésimas condiciones de supervivencia. Un barrio que aparece como marco de la basura, los bloques de cemento, el asfalto, la violencia, la opresión. Multitud de gente aguantando la misma mierda.


"No os daremos tiempo a la crítica, no os daremos pasto a las mentes
tocaremos por cojones, tocaremos lo indecente
vais a oír ruido fuerte y contundente
musicólogos reunidos nos proclaman estridentes
sois eunucos mentales sois [hez] de mi mente
la sociedad os considera normales para mí sois repelentes
abrid bien los oídos que se meta en vuestros cerebros
Que se meta en vuestros cerebros el canto a la indecencia, a la corrupción y el sexo"

Recordamos a La Banda Trapera del Río, una leyenda en esto que tanto nos gusta que se ha hecho llamar punk.

La Banda Trapera del río imprescindible el pirmer disco, creo que data del 1979
Escupidos de la boca de Dios Jaime Gonzalo 2007. Munster ediciones.

jueves, 21 de febrero de 2008

La batalla de Los Ángeles 1992



"Mucho más interesante y consecuente que los devaneos de la supuesta inteligencia radical, fue la intrépida acción de los sin-techo, que pasaron de estar sobre la calle a estar en las calles con una velocidad relámpago, y la lucidez y la osadía revolucionaria de la comunidad hip-hop, y la insurgente gente joven de la clase obrera en general, que eran por supuesto el corazón y el alma de la rebelión. Contrariamente a aquellos que profesan no ver más que analfabetismo e ignorancia en la "generación más joven", nosotros argüimos que los adolescentes más pobres de América, muchos de ellos fracasados escolares que dejan la escuela, son en muchas y fundamentales formas, más sabios que aquellos que quieren mantenerlos en la escuela para prepararles para el (inexistente) trabajo. Si la mejor forma de aprender es actuando, lo primero que se tiene que decidir es qué se va a hacer. Hay todas las razones para creer que en unas setentaidós horas de destrucción creativa y popular, la población insurgente de L.A. aprendiera más de lo que había hecho en todos esos años que habían perdido confinados en las aulas. Casi de pasada, por tanto, propusieron la única solución practicable a la super discutida crisis de la educación americana."
"En alegre y bullicioso contraste con el tono puritanista y la retórica "realista" de la izquierda, las nuevas guerrillas urbanas de L.A insistían en pasar un buen rato. Al ser preguntados por los periodistas por qué estaban saqueando, muchos respondieron: "¡Porque es divertido!". En la primera página del Chicago Tribune del primero de mayo, una foto es titulada en su pie: "los saqueadores sonríen mientras se llevan todo lo que pueden". Irónicamente, en el titular de arriba se puede leer: "Una pesadilla de violencia en L.A.". La pesadilla de una clase es el agradable sueñon de la otra."
"Los rebeldes de L.A. manifestaron exactamente lo que se necesita para convertir el ecologismo en movimiento real y efectivo: desesperación, desafío, energía, sensación de aburrimiento insoportable y concepción de la miseria de la vida americana de hoy, disposición a improvisar, voluntad para correr riesgos y una bella determinación para ganar libertad a la miseria."
Extractos de Tres días que estremecieron el nuevo orden mundial. La rebelión de Los Ángeles de 1992 Grupo Surrealista de Chicago


"La ausencia de una voz oficial, el nihilismo de estos disturbios es como un lienzo virgen en el que cada cual puede, según sus inclinaciones, pintar el cuadro que quiera. Cada cual ve las cosas desde su punto de vista y la débil e incoherente voz de los revoltosos se pierde tras los comentarios."
Noam Chomsky, principio de mayo de 1992.

lunes, 18 de febrero de 2008

"Ikea te quiere. Un modelo a desmontar." de Olivier Bailly, Jean-Marc Caudron y Denis Lambert



Este libro tiene la virtud de ser breve y ameno. Bailly, Caudron y Lambert -periodista y activistas de ONG respectivamente- escudriñan al gigante sueco del mueble hasta allí donde se lo permite la opacidad de esta exitosa empresa. Fundada en 1943 por Ingvar Kamprad (un calvinista cicatero que mantuvo nueve años de amistad, entre 1941 y 1950, con Per Engdahl y Sven Olov Lindholm, líderes del movimiento neosueco pronazi), Ikea facturó en el 2005 14.800 millones de euros y recibió ese mismo año a 410 millones de clientes en sus 220 establecimientos repartidos por todo el mundo, que dan trabajo a más de 90.000 empleados. La inauguración de un centro comercial en Arabia Saudita el 1 de septiembre del 2004 provocó una auténtica avalancha humana que terminó con veinte hospitalizados por desmayos, dieciséis heridos y dos muertos. Sorprendentemente para estas cifras, Ikea es una de las pocas empresas de su tamaño que no cotiza en bolsa, y una complicada red financiera la sostiene. Lo hace a través de la Stitching Ingka Foundation (radicada en Holanda, lo que no deja de ser curioso en una empresa que hace del chovinismo sueco bandera), asociada a la Stichting Ikea Foundation, poseedora de Ingka Holding, que agrupa a todas las empresas de Ikea. Ingka Holding está gestionada a su vez por Ikea International (con sede en Dinamarca), que es la encargada de asegurar las compras, la distribución, la venta y en ocasiones la producción misma del producto. Inter Ikea Systems (con sede en Delft, Holanda), subsidiaria de aquella en el organigrama de la empresa, es la compañía propietaria de la marca Ikea (su imagen). IKANO, una organización paralela, agrupa a todas las sociedades que no están integradas en Ingka Holding, y cuya sedes son, invariablemente, paraísos fiscales. Comprenne qui pourra.
Al terminar la lectura de "Ikea t’estima" uno no puede más que llevarse la impresión de que esta influyente empresa -que, no lo olvidemos, amuebla los interiores de la mayor parte de los hogares occidentales- reúne en grado sumo, bajo su impecable imagen corporativa azul-y-amarilla, todas las características negativas que uno asocia a una corporación capitalista, a saber: explotación laboral, destrucción del medio ambiente, embotamiento del espíritu de la población.
Explotación laboral, tanto en los países productores del Tercer Mundo como en los trabajadores del Primero. Después de que varios reportajes televisivos mostraran a niños trabajando para subcontratistas de Ikea en India, Vietnam, Filipinas o Pakistán (donde incluso se les encadenaba a las máquinas), la empresa de la familia Kamprad creó un código de conducta que en la práctica no es más que papel mojado, pues los trabajadores de los 1.300 subcontratistas que proporcionan sus productos a Ikea tienen prohibido el derecho a la sindicación (algunos incluso nunca han oído hablar de ello) y trabajan una media de quince horas al día (de las ocho de la mañana a las once de la noche) sin contar las horas extra y el horario nocturno, frecuente cuando se acelera el plazo de entrega de los pedidos. Muchos de los obreros que viven lejos de la fábrica duermen directamente en sus puestos de trabajo para no perder tiempo en desplazamientos, que les sería descontado del sueldo. Por si fuera poco, son los trabajadores, y no la empresa, quienes corren con los gastos en seguridad médica, descontados de sus 36€ mensuales de salario. Si lo hacen es, entre otras cosas, porque ponerse enfermo en una factoría de Bangla Desh o India significa uno o dos días sin sueldo. El grueso de las auditorias a estos subcontratistas lo realiza el Compliance and Monitoring Group de Ikea con lo que, como afirman los autores, sería como si un alumno de instituto se encargase de su propia evaluación. Más cerca de nosotros, Ikea ha destacado fomentando el trabajo precario entre jóvenes y estudiantes, o rompiendo huelgas (en Bélgica ofreció un bono de compra en una tienda de electrodomésticos a los trabajadores que permanecieran en su puesto de trabajo el día de la huelga), pero tiene su peor antecedente en una circular interna de la compañía en Francia firmada por el director de marketing, que aconsejaba no contratar a trabajadores de color porque "tienen menos posibilidades, y aquí de lo que se trata es de avanzar rápido." Según un sindicalista citado por el diario L’Humanité, el director de un Ikea parisino declaró a la prensa en 1997 que querían reforzar "su imagen nórdica" y que por esa razón no iban a poner "personas de origen extranjero en contacto con la clientela." Se pidió a Ikea que desmintiera estas acusaciones, pero los responsables de la compañía -me disculparéis la broma- se hicieron los suecos.
Destrucción del medio ambiente. Después de los escándalos que estallaron en Dinamarca y Alemania en los 80 por la presencia de formaldehído y otras sustancias tóxicas en sus productos, el origen de la madera de los muebles expuestos en Ikea sigue siendo, en su mayor parte, de procedencia dudosa y, con toda probabilidad, talada sin ningún control en los bosques de Rusia o China. Sólo en el 2005 se calcula que esta madera de naturaleza incierta alcanzaba los 640.000 metros cúbicos. La voracidad maderera del coloso sueco se retroalimenta con su estrategia empresarial de obsolescencia planificada, pues ninguno de sus productos está diseñado para durar más de dos temporadas y, aún haciéndolo, su poderosa maquinaria publicitaria tratará de convencer a sus fieles compradores de lo contrario, pues uno de sus mayores logros estriba precisamente en haber sustraído el valor patrimonial del mueble para convertirlo en un producto de consumo. Pero el expediente ecológico de Ikea no termina aquí. Su modelo de grandes superficies en el extrarradio obliga a los clientes al desplazamiento en automóvil con lo que, de las más de dos toneladas(2.808.424, exactamente) de CO2 que Ikea libera anualmente, el 56% es imputable a los compradores.
Embotamiento del espíritu de la población. La extensión y creciente hegemonía del diseño Ikea, del mueble de líneas y madera clara, uniformiza los interiores de los hogares, narcotiza la creatividad de los diseñadores y elimina progresivamente las particularidades culturales de cada nación, un patrimonio humano que era garantía de diversidad. Lo peor es que Ikea ni siquiera representa el diseño sueco, sino su propio diseño, el diseño Ikea, y con él pretende crear un mundo a su imagen y semejanza. Para los trabajadores de los centros comerciales resulta igualmente alienante, como escriben los autores de este libro, "pasar su jornada laboral disfrazados de canario y rodeados de cocinas", realizando una "actividad monomaniaca en la tienda alineando decenas de miles de vasos o centenares de palillos" en lugar de "un trabajo de dimensión humana que ofreciera actividades más variadas". La publicidad, uno de los pilares fundamentales de la compañía, promueve a macha y martillo el consumo irracional, con consecuencias funestas no sólo para el medioambiente, sino para los cada año más endeudados hogares europeos.
Y si después de todo este cahier de doléances alguien todavía puede creer en las bondades de la ideología de un mercado libre completamente desbocado (el sistema que, según nos repiten con insistencia, asegura la libertad personal a través del consumo), bandera que Ikea enarbola orgullosamente, no está de más recordar que el 75% de Habitat, la principal competidora de Ikea, está en manos de la familia Kamprad. El otro 25% lo posee la Stitching Ikea Foundation. Todo queda en familia y el monopolio se disfraza de falsa libertad de elección.
Uno de los platos que nunca falta en los comedores de Ikea son las albóndigas (suecas, naturalmente). Según parece, incomestibles. Pero viendo lo que hace con sus empleados y el medio ambiente, esta carne triturada es el menor de sus pecados.

Reseña de Ikea t’estima. Un model per desmuntar de Olivier Bailly, Jean-Marc Caudron y Denis Lambert
Reseña de Àngel Ferrero extraída de Rebelion.org


"TRABAJANDO EN IKEA TE SIENTIRÁS COMO EN CASA.
En Ikea te ofrecemos la posibilidad de trabajar como si estuvieras en tu casa. Y es que tenemos cocinas, comedores, dormitorios... y lo que es más importante, un ambiente muy cercano y un equipo de confianza con el que podrás ser tú mismo, compartir tus ideas y crecer tanto personal como porfesionalmente"

Campaña de Ikea para reclutar personal

LA PESADILLA DE DARWIN. Hubert Sauper. 2004



Oeste de Tanzania, a orillas del Lago Victoria. Fuente del Nilo, corazón de África, considerado la cuna de la humanidad. Un funcionario colonial relacionado con el departamento de pesca, una tarde a finales de la década de los 50, introdujo lo que se conoce como perca del Nilo, un pez gigantesco y un voraz depredador. Años después la perca se ha multiplicado provocando la desaparición de 210 especies de cíclidos en el lago, peces que se alimentan de algas y que mantenían el equilibrio vital de lago. La eutrificación, el crecimiento excesivo de la flora a causa de la inexistencia de especies que la regulen, provoca una disminución del contenido en oxígeno en las aguas, amenazando toda vida del lago, incluida la perca. La perca convertida en recurso económico principal de las regiones a orillas del lago Victoria ha propiciado el florecimiento de una industria privada dedicada al procesado y comercialización de filetes de este pez, destinados a la exportación al extranjero. En la factoría de Mwanza, a la que nos acerca el documental, se producen 500 toneladas al día con las que dos millones de blancos se alimentan al día. Cada avión transporta 50 toneladas por viaje a Europa, los pilotos son en su mayoría del Este europeo. Muchos aviones se sobrecarga y alguno ha acabado estrellado. Mientras la mitad de la población tanzanesa se encuentra en situación de desnutrición y no puede afrontar el coste de los mismos filetes que elaboran, se alimentan de lo que los aviones no se llevan a Europa, las raspas. Un ambiente mísero: pescadores dedicados a la pesca de la perca muertos o tullidos por ataques de cocodrilos; ls mujeres desplazadas de su antigua función económica arrojadas a la prostitución; continua expansión del SIDA; niños peleando por una ración de arroz, mendigando, drogándose con el pegamento que elaboran a partir de las sobras del envasado de los filetes; alcoholismo; pilotos violentos, embrutecidos, indiferentes, que llegan a asesinar a prostitutas; en un cartel está escrito “si te acuestas con una puta, ¡pégale!; único interés de la delegación de Tanzania en el congreso Ecológico Internacional de la IUCN (y del gobierno por tanto) de vender el país al turismo y cuidar la imagen de la perca; delegados europeos felicitándose por su actividad de promoción de la industria del pescado en Tanzania; un hombre hablando sobre el deseo general de que estalle una guerra, pues siendo militares cobran bien y tienen alimento asegurado; etc. ¿Qué llevan los aviones cuando hacen el viaje de Europa a Tanzania? Armas y municiones destinadas a las zonas de guerra (RDC del Congo, Liberia, Sudan). Cuando África muere, los países europeos extraen beneficios. En España la perca se vende en las pescaderías como “mero”.


CÓMETE EL MUNDO
Las aguas del Lago Victoria son compartidas por tres países: Tanzania, Uganda y Kenia. Más de 300 especies de pescados de la familia de los cíclidos componían la diversidad en el lago y mantenían el equilibrio natural y la salud de las aguas del lago. La escasa pesca con métodos tradicionales no suponía una agresión sobre el medio natural, se encontraba integrada y regulada por el sistema social de clanes, y se comercializaba a nivel local como pescado fresco, ahumado o secado al sol.
En los años 50 se introduce la Perca del Nilo (dicen que por un funcionario colonial relacionado con temas de pesca) y los tres gobiernos en conjunto con organizaciones internacionales como la FAO promueven la pesca de arrastre (la pesca con redes que arramplan con todo). La perca, sin enemigos naturales en el lago, triunfa. Las capturas pesqueras de perca sufren un incremento espectacular. Inversores externos financiados por bancos internacionales de desarrollo y apoyados por agencias de desarrollo del primer mundo ven una magnífica oportunidad de negocio basada en la exportación de filetes de pescado a países con mayor poder adquisitivo, crearon multitud de plantas de procesado y comercialización.
Las consecuencias a largo plazo han resultado desastrosas. Los pequeños pescadores dejan de tener la posibilidad de fijar el precio del pescado destinado a la exportación. La inseguridad laboral se agudiza, y la volatilidad de los precios del pescado se traduce de forma directa en los puestos de trabajo en la industria (la restricción de la UE a la importación de la perca por motivos de higiene en 1998 y 1999 supuso sólo en Uganda la pérdida de 35000 puestos de trabajo y una caída de los sueldos de un 1/3 el sueldo original a la gente que los conservaron). Las mujeres pierden su posición económica (se encargaban anteriormente al procesado manual del pescado) y son arrojadas a la prostitución, o se encargan del procesado de lo poco que se comercializa a nivel local: las cabezas y las espinas (incluso las raspas empiezan a escasear, las fábricas las aprovechan ahora para elaborar harina de pescado). La mitad de la población de esta región (alrededor de 25 millones de personas) se encuentra en situación de desnutrición, no dispone del poder adquisitivo suficiente para comprar el pescado que ellos mismos ayudan a obtener, procesar y exportar. Casos de corrupción de los funcionarios que velan por el cumplimiento de la legislación de la pesca. Episodios de violencia relacionados con el robo de material de pesca: entre propietarios de embarcaciones de pesca; grupos armados de ladrones. La pérdida de biodiversidad (dos tercios o más de las 300 especies de peces cíclidos se han extinguido o están a punto de hacerlo) y la eutrofización (la multiplicación de algas por la pérdida de las especies que mantenían el equilibrio local, conlleva una anoxia de las partes más profundas del lago y a una hipoxia a las aguas más superficiales), que elevan el riesgo de colapso de vida en el lago. Contaminación de aguas, deforestación, el agotamiento de los recursos por la sobreexplotación pesquera.
Los acuerdos internacionales tienen por finalidad la liberalización del comercio con la finalidad de aumentar la exportación, mejorar el acceso a los mercados africanos e incluir la pesca en el marco de los acuerdos de comercio multilateral.
En el estado español, la Perca del Nilo se etiqueta como filetes de mero. España es uno de los principales consumidores con 8 millones de Kg consumidos al año. Sólo en Mercabarna se vendieron en el 2004 alrededor de 2 millones de kilos de Perca del Nilo. Estos filetes provienen del entorno que el documental expone. El comercio de la perca esconde, además de un fraude comercial, un desastre ambiental y humano.

CÓMETE EL MUNDO es un resumen del documento El lago seco. Cuando nos comemos el Lago Victoria. Extraído de http://www.notecomaselmundo.org

domingo, 17 de febrero de 2008

Barricadas de Mayo del 1937

"Barcelona estaba en efervescencia: la lucha por el poder entre las distintas organizaciones estaba en su apogeo. El asesinato de Durruti había envenenado a los anarquistas. Los policías del partido comunista, de la CNT, del PSUC, y del POUM patrullaban la ciudad y controlaban a los transeúntes. He dicho policías y así era, porque si el PC tenía su policía secreta, calcada al modelo ruso, la CNT y las otras organizaciones políticas habían organizado patrullas de control para luchar contra la quinta columna. El que cada organización tuviera su policía particular no resolvía las cosas para nadie.
Una mañana me encontré a Berneri en el sindicato. Como teníamos prisa por acabar de tomar contactos para el reclutamiento de voluntarios, nos citamos para el día siguiente a "media tarde". Nunca lo volvería a ver. Por la noche me comunicaron que los comunistas habían ocupado la "Telefónica" y que Berneri había sido asesinado."


"Después de Durruti, Berneri..., los comunistas, partidarios del poder absoluto, apartaban de forma definitiva y radical, a todos aquellos que podían oponerse a su hegemonía sobre las masas populares. Comunismo: nueva religión que tiene a Marx y a Lenin como dios bicéfalo y a Stalin como profeta, tan fanáticos como los cristianos o los musulmanes de la Edad Media, con su inquisición, su despiadada policía... Los comunistas, [...] siempre dispuestos a detener un movimiento cuando este amenaza con escapar a su control y transformarse en revolución autogestionaria (como Maurice Thorez en Francia, en 1936, con su slogan: "es necesario saber detener una huelga"). Porque para los comunistas, las masas obreras y campesinas tienen la obligación de obedecer a la dirección y los individuos sólo pueden expresarse según la línea trazada por el partido."


"Ese día, Madeleine y yo fuimos a reunirnos con los compañeros que luchaban en la ciudad. Las barricadas cerraban determinadas encrucijadas. Bajando hacia el centro, nos detuvimos en la sede del grupo alemán "Spartacus", delante de la cual estaban arrancando los adquines de la calzada para levantar una barricada. Mi compañera conocía mucha gente allí y me pidió que nos uniéramos a ese grupo. Para mí, esta allí o en otra parte me era indiferente. La muerte de Berneri me había quitado als ganas y el deseo de hacer nada, incluso de luchar. Para mi, la guerra revolucionaria estaba acabada y perdida...
Madeleine me presentó a varios de sus compatiotras. Como no dejaba de anunciar que era un superviviente de Perdiguera y que había estado en Siétamo (el film rodado por Jacques se proyectaba en los cines de Barcelona), fui acogido amistosamente por aquellos que hablaban francés o castellano.
Entre los nombres de los compañeros que ella me presentó, uno llamó mi atención: Einstein. Era un hombre de cierta edad con el cabello entrecano. Estuvimos charlando durante un buen rato ante un mapa de la ciudad que estaba estudiando, en una habitación que le servía de oficina. Al separarme de él me acordé de "La Teoría de la relatividad" y le pregunté a mi compañera si él era quien la había formulado. Me respondió que era su hermano.
Algunos años más tarde supe que se suicidó para evitar que los colaboracionistas Leval y Petain lo entregaran a Hitler.
Uno o dos días transcurrieron así: intercambio de disparos con los "Guardias de asalto" que ocupaban un inmueble frente a nuestro refugio, escuchando la radio que difundía los discursos y las llamadas a la calma de los dirigentes de las distintas organizaciones políticas y discutiendo sobre la posibilidad de que llegaran a Barcelona dos centurias, que los rumores que circulaban afirmaban que se había puesto en movimiento desde el frente de Aragón hacia Cataluña, para hacer fracasar el golpe de los comunistas.
Luego escuchamos las patéticas intervenciones de García Oliver y Federica Montseny pidiendo a los libertarios de la CNT que depusieran las armas."

Extraído del libro Del amor, la guerra y la revolución. Recuerdos de la guerra de España: del 19 de julio de 1936 al 9 de febrero de 1939 de Antoine Giménez. Pepitas de Calabaza (2004)

viernes, 15 de febrero de 2008

El motín de Watts (Los Angeles) entre el 13 y el 16 de agosto de 1965


"La revuelta de Los Angeles es una revuelta contra la mercancía, contra el mundo de la mercancía y del trabajador-consumidor jerárquicamente sometido a los valores de la mercancía. Los negros de Los Ángeles, como las bandas de jóvenes delincuentes de todos los países avanzados, aunque más radicalmente por tratarse de una clase social sin ningún porvenir, de una parte del proletariado que no puede imaginar ninguna oportunidad notable de promoción y de integración, se toman al pie de la letra la propaganda del capitalismo moderno y su publicidad de la abundancia. Quieren enseguida todos los objetos expuestos y abstractamente disponibles, porque quieren utilizarlos. Recusan así su valor de cambio, la realidad mercantilista que es su molde, su motivación y su fin último, y que lo ha seleccionado todo. Reencuentran en el robo y el regalo una utilidad que pronto desmentirá la racionalidad opresiva de la mercancía, que muestra sus relaciones e incluso su fabricación como arbitrarias e innecesarias. Los saqueos del barrio de Watts fueron la manifestación más simple del principio bastardo: "A cada cual según sus falsas necesidades", necesidades determinadas y producidas por un sistema económico que el saqueo precisamente rechaza. Pero debido a que se toman al pie de la letra esta abundancia conseguida en lo inmediato, y no indefinidamente perseguida en el transcurso del trabajo alienante y del aumento de las necesidades sociales diferidas, los verdaderos deseos se muestran ya en la fiesta, en la afirmación lúdica, en el potlatch de la destrucción. El hombre que destruye las mercancías afirma su superioridad humana sobre ellas. No permanece prisionero de las formas arbitrarias que reviste la imagen de su necesidad. El paso del consumo a la consumación se dio sobre las llamas de Watts. Los grandes frigoríficos robados por gente que no tenía electricidad o que la tenía cortada es la mejor imagen de la mentira de la abundancia realizada como juego. La producción mercantil, en cuanto dejar de ser comprada, se vuelve criticable y modificable en todas sus formas particulares. Sólo cuando se paga con dinero, como signo de grado de supervivencia, es respetada como un fetiche admirable."
"¿Qué es un policía? El servidor activo de la mercancía, el hombre totalmente sometido a la mercancía, por quien el producto del trabajo humano sigue siendo una mercancía, cuya voluntad mágica es que se pague por ella, y no un vulgar frigorífico o una escopeta, un objeto pasivo, ciego, insensible, sometido al primero quien lo utilice."
"Una joven socióloga negra de este barrio, Bobbi Hollon, declaraba en octubre a Herald Tribune: "La gente se avergonzaba antes de decir que venía de Watts. Lo decían farfullando. Ahora lo afirman con orgullo. Algunos muchachos que llevaban siempre la camisa abierta hasta la cintura y que os hubieran hecho picadillo en medio segundo, acudían aquí cada mañana a las siete. Organizaban el reparto de comida. Seguramente no hay que hacerse demasiadas ilusiones: la habían robado... Todo este bla-bla cristiano se ha utilizado contra los negros durante demasiado tiempo. Podrían estar saqueando diez años sin recuperar la mitad del dinero que les robaron en esas tiendas durante todo estos años... En cuanto a mí, no soy más que una chica negra."
"En la sociedad de la abundancia se expresa también el asco por esta abundancia y por su precio."
"Para quienes reducen a los hombres a meros objetos, los objetos parecen tener todas las cualidades humanas, y las verdaderas manifestaciones humanas se transforman en inconsciencia animal."

Extractos del artículo Declive y caída de la economía espectacular-mercantil aparecido en el número 10 de la revista de la Internacional Situacionista. (Marzo 1966)

jueves, 14 de febrero de 2008

Campanadas a la muerte: Vitoria 3 de marzo de 1976

Durante la década de los 60, en Vitoria hubo un desarrollo industrial enorme, fue un foco de inmigración, en el que se consituyó un joven proletariado. A finales de 1975, en 10 ó 15 fábricas, había una serie de gente inquieta que en la clandestinidad se reunía en el monte y que elaboró una plataforma revindicativa unitaria inocente: 5000 ó 6000 pesetas de aumento lineal (para todos los puestos de trabajo), 40 horas semanales, el 100% en caso de enfermedad o accidente, jubilación a los 60 años en algunas fábricas y poco más. Después del día de Reyes de 1976, se presentó la plantaforma en las fábricas, y estalló la huelga. La primera reacción de las empresas fue cerrar. Las empresas se niegan a negociar con una forma de representación impuesta por los trabajadores, la asamblea. Ante esta respuesta patronal, las reivindicaciones económicas pasan a un segundo plano, y la consigna es "Todo el poder para la Asamblea". La asamblea general era enorme, de 5000 a 6000 personas, no podía decidir si antes no se había acordado en cada asamblea individual de fábrica. Cuando las empresas aceptan negociar la plataforma con las comisiones representativas elegidas por los trabajadores, comienza una segunda batalla en torno al carácter de portavoz de estas comosiones. Los empresarios no podían tolerar que estas comisiones representativas no fueran ejecutivas y les exigía que tomaran decisiones sin consultar a la asamblea. Otra batalla se establece en las asambleas en torno a las reflexiones sobre el papel jugado por los trabajadores, ¿por qué la patronal se cierra?, ¿por qué el Estado apoya a la patronal? ¿por qué tanta represión policial?... Así se llega al 3 de marzo de 1976, con una huelga general y Vitoria paralizada. Desde primera hora de la mañana los enfrentamientos son constantes, barricadas, tiros de bala por parte de la policía, detenciones... Por la tarde estaba convocada en la iglesia de Zaramaga la asamblea general, en la que se iban a reunir más de 8000 personas. La policía tiene orden de gasear el interior de la iglesia y cuando la gente sale del interior la ametralla. Resultado: 5 muertos, más de 100 heridos de bala y numerosas detenciones. A estos hechos se responde con una convocatoria de huelga general en todo el País Vasco, seguida masivamente y que se salda con otro muerto en Basauri.
Con el final trágico no hay negociación, las empresas conceden todo lo que los trabajadores habían pedido. Incluso los convenios posteriores fueron los mejores de la historia de la clase obrera de Vitoria. Pero las balas, los muertos y la represión consiguieron su objetivo principal, reventar aquel proceso asambleario, que podía poner en jaque una transición a la democracia basada en el consenso y la amnesia, orquestada desde altas esferas. Fraga, responsable de estos hechos, lanzó su elogio a Vitoria: "aquello de Vitoria había que aplastarlo porque estaba dirigido por dirigentes que manipulaban a la clase trabajadora y eran pequeños soviets que se estaban gestando y había que extinguirlos." Ninguno de los responsables de aquella matanza ha sido inculpado: Fraga, Martín Villa, Adolfo Suárez, los policías y los miembos de la patronal vitoriana.



Todo el poder a la asamblea. Vitoria 3 de marzo de 1976 Folleto más CD con la grabación de los diálogos de la policía. Likiniano Elkartea.
Asalto a la Fábrica. Luchas autónomas y reestructuración capitalista 1960-1990 Francisco Quintana, coord. Alikornio Ediciones (2002)
La Revolta Permanent documental dirigido por Lluis Danes (2006)
Actas de la guera social en el Estado Español (1868-1988) España en el corazón. Os Canganceiros. Pepitas de Calabaza (2005)

domingo, 10 de febrero de 2008

Los taínos y las relaciones contractuales 1517

"En un cuestionario elaborado por los jerónimos enviados a La Española por el cardenal Cisneros, en el que se pretendía examinar "la capacidad" de los taínos, se formula, entre otras, la siguiente pregunta, que transcribo extractada en lo esencial, advirtiendo que no va dirigida a los examinados, sino a los colonos: "Si saben, creen, vieron y oyeron decir que los tales yndios [...] son de tal saber y capacidad [...] que sean para ponerlos en libertad entera, y que cada uno de ellos podrá vivir políticamente, sabiendo adquirir por sus manos de qué se mantenga, ahora sacando oro por su batea [...] o cogiéndose [empleándose] por jornales o de cualquier otra manera, según acá los castellanos viven; y que sepan guardar lo que así adquiriesen, para lo gastar en sus necesidades, conforme a la manera en que lo haría un hombre labrador de razonable saber, de los que en Castilla viven". Entre las varias respuestas que se dieron al interrogatorio, aparece la de un licenciado, Cristóbal Serrano, el cual (cito de Lewis Hanke, La lucha española por la justicia en la conquista de América) "consideraba que, puesto que los indios no mostraban ambición o deseo de riqueza -siendo éstos los principales móviles que impulsaban a los hombres, según el licenciado, a trabajar y adquirir bienes- inevitablemente carecerían de lo necesario en la vida si no los vigilaban los españoles". De nada servía, por lo tanto, como medida de "la capacidad de los taínos", la palmaria evidencia de que aquellos "hombres primitivos" habían vivido y se habían mantenido hasta entonces en su propio medio y -por decirlo en términos que incurren en la misma impropiedad que se critica- según sus propias "estructuras socio-económicas" ajenas al concepto mismo de "trabajo", al al dinero y al salario, sino que la única medida, considerada aquí de hecho como antropológicamente universal, era la de "un hombre labrador de razonable saber, de los que en Castilla viven", de tal manera que, aplicando el caso de la expresión de Polanyi, no era la falta de "estímulo del lucro" en sí mismo y por sí mismo lo que hacía que aquellos "hombres primitivos" recibiesen un suspenso en el examen de su "capacidad", sino la falta de indeterminación, de ductilidad, de disponibilidad y separabilidad individual que precede o acompaña al "estímulo del lucro", o sea la independencia del móvil económico frente a las concreciones de vida y sociedad en que vivían "incrustados" -otra expresión de Polanyi- los taínos de La Española."


"Y a este propósito, no me parece temerario interpretar, o más bien traducir a términos de jerga voluntariosa aunque bien intencionadamente "teórica", la carencia principal por la que los taínos de La Española se ganaron un suspenso en el "examen de capacitación" de 1517 como la incapacidad abstractiva de cada individuo aislado para concebirse a sí mismo como un lugar vacío contractualmente ocupable o, lo que es lo mismo, la imposibilidad mental de desdoblarse en "propietario" y "propiedad" con respecto a su "fuerza de trabajo", como condición de posibilidad para constituirse en parte contractual en la para él desconocida relación de producción que le pedía el colono."

Rafael Sánchez Ferlosio, "Non olet"

La fábula del desafortunado empresario Sr Peel

El sr Peel decidió montar una empresa en Nueva Holanda. Se llevó en el barco todo cuanto preveía necesario: dinero, máquinas, materias primas…; para no olvidarse de nada se llevó hasta a los obreros con sus familias, asegurando así la reproducción de la más inestimable mercancía.
En cuanto atracó la embarcación, ¡cáspita!, los obreros vieron tierras vírgenes y, como por milagro, dejaron de ser obreros de la noche a la mañana: se dedicaron a la agricultura, a la carpintería, edificaron sus propias casas, criaron gallinas, algunos se convirtieron en auténticos holgazanes y otros incluso llegaron a la osadía de convertirse en competidores del propio Sr. Peel. Imitaron a los nativos quienes, inexplicablemente, andaban en taparrabos sin la menor intención de aceptar los contratos de trabajo de ese patrón llovido del cielo.
El Sr Peel se había olvidado algo en Inglaterra; se había olvidado algo que no se podía tocar, ni ver, ni oler, algo que no se podía transportar, algo que no se podía en absoluto vivir: las relaciones de producción capitalistas. Se había olvidado esa violencia sangrienta, esa violencia radical y absoluta, por la que la población inglesa había sido expropiada brutalmente de sus condiciones generales de trabajo. Esa violencia que era el único secreto por el que el hombre es, además de hombre, un obrero.
Peel había empaquetado a sus obreros, dejándoles vivir, vivir incluso una vida familiar, y sin embargo se había dejado en Inglaterra el ser de sus obreros. Lógico: el sr. capitalista Peel no podía sino olvidar aquello que le hacía capitalista (capaz de olvidar, capaz de recordar otras cosas, menos esa); a su vez, los obreros, por definición, era lógico que fueran incapaces de recordar en Inglaterra , único sitio en que eran obreros, aquello que les hacía ser obreros.

Extraído de un artículo de Carlos F. Liria del libro "Volver a pensar"


"El señor Peel nos relata Wakefield en tono lastimero llevó consigo de Inglaterra al río Swan, en Nueva Holanda, medios de subsistencia y de producción por un importe de 50.000. El señor Peel era tan previsor que trasladó además 3.000 personas pertenecientes a la clase obrera: hombres, mujeres y niños. Una vez que hubieron arribado al lugar de destino, sin embargo, "el señor Peel se quedó sin un sirviente que le tendiera la cama o que le trajera agua del río". ¡Infortunado señor Peel, que todo lo había previsto, menos la exportación de las relaciones de producción inglesas al río Swan!"

Karl Marx capítulo XXV de "El Capital" La Teoría Moderna de la Colonización

sábado, 9 de febrero de 2008

La huelga de los Trabajadores de Ascón. Vigo 1978.

"CUANDO LA CALLE YA NO ES SÓLO NI DE LA MERCANCÍA NI DE LA POLICIA
La expresión de inocuidad, la sumisión que parecía reinar entre los trabajadores hasta finales de marzo iba a tener un brusco giro. El marco en el cual el capital trata de aislar los conflictos, la fábrica, sería desbordado, trasladando el enfrentamiento al espacio social de la calle. Centrales y partidos, al ser súbitamente despertados de su letargo, no dudarían en ir los unos en apoyo de la policía y los otros, por eso de la competencia político-mercantil, en apoyo moral de los trabajadores. El 31 de marzo, en tanto que en Madrid y bajo la lluvia incesante de despidos las centrales sindicales seguían rogando una solución, los trabajadores rompen el marco de la domesticación y tiene lugar los primeros enfrentamientos con la policía, aquellos, con la visible ausencia de burócratas y esquiroles, asumen su condición de proletarios haciendo ver claramente dónde está el lado de la legalidad y dónde el del proletariado. Es el inicio de unas nuevas relaciones entre un sector importante de trabajadores de "Ascon" y los proletarios vigueses que asumían la lucha como suya también. Aproximadamente en las mismas fechas de los sucesos de Cádiz, en los que los pescadores demostraron en la práctica cuál era su realidad al batirse en las calles gaditanas y pese a la condena de las diversas burocracias, el día 4 de abril, tiene lugar en Vigo choques de una dureza inusitada entre el proletariado vigués y las fuerza represivas. Durante gran partre del mes, multitud de barricadas, hogueras, piedras, coches cruzados, volcados o incendiados, roturas de lunas, son la prueba y armas que los proletarios extienden por toda la ciudad. La policía pese a su característica e intrínsica brutalidad se vio continuamente desbordada, aun cuando habían llegado dos secciones especiales de refuerzo, principalmente los días 4 y 6. En múltiples zonas de Vigo los trabajadores de "Ascon" y de otras empresas inmersos en unas relaciones nuevas, que son el reflejo de la actual situación histórica, operaban con gran claridad de ideas y capacidad de movimientos. Entregados los proletarios a la pasión de la guerra social, sus acciones devenían como claras y explícitas a ojos de todo el proletariado. Los incendios, los apedreamientos a la policía, FENOSA, bancos, bomberos, etc., adquirían luz y corresponsabilidad unos con otros, no eran actos gratuitos sujetos a las tácticas de provocadores fascistas, todo lo contrario, eran acciones identificables con las expresiones de violencia social que el proletariado realiza contra el capital. Y todo lo que se atacaba más lo que todavía quedaba intacto es lo que conforma y mantiene las relaciones capitalistas. Así cuando se atentaba contra los coches, bien volcándolos, incendiándolos o simplemente cambiándolos de sitio, era algo más que atentar contra cuatro latas con motor y ruedas. Era contra el fetiche mercantil contra lo que se actuaba, contra un fetiche asentado en una espectacularidad en la que deviene como máquina de matar. Cuando se apedreaban las lunas de los bancos y comercios no sólo se rompían cristales, sino que se atacaba la significación que esos lugares tienen como medios de exposición y circulación de la mercancía. Estas experiencias de destrución festiva vienen a ser el modo de recuperar la comunicación en las calles. El temor reflejado en los rostros de burócratas y esquiroles ante el radical desafío del proletariado, hacía que los gritos de policía asesina les recordase que ellos también eran parte de ella. En medio del humo y de anormalizado aspecto de las calles, el resto de la población asistía con no menor sorpresa y desasosiego a los acontecimientos. Mientras la represión policial y las detenciones iban en aumento, los partidos y sindicatos, situados ya en el lugar que les corresponde, no podían poner freno a aquél, aunque falto de claridad teórica, empuje de clase, Las llamadas al orden y a la responsabilidad por parte del PC y del PSOE, respaldados por sus sostenes de izquierda, los montajes falaces hablando de incontrolados, campaña desastabilizadora, que tanto dichos partidos y sus secciones sindicales como ciertos sectores del comité de huelga de "Ascón" dieron a la luz no convencieron a nadie, ni a las asépticas clases medias que atemorizadas veían cómo sus coches o sus personas eran presas de la ira de los proletarios cuando se trataban de saltar una barricada. Lo único que confirmaron todas ellas fue que necesariamente se situaban al lado del orden policial."

"La huelga de los Trabajadores de Ascón. Miseria del sindicalismo." Autonomía proletaria. Vigo 1978.

jueves, 7 de febrero de 2008

"THE TAKE" Avi Lewis y Naomi Klein 2004



Argentina. Buenos Aires. Un mundo globalizado. Las dinámicas del capitalismo obligan al cierre de factorías que se trasladan al este. Todas las ciudades se parecen. El milagro de Ménem. Ménem dirante los años 90 gobierna bajo las premisas del FMI (privatización, despidos regalados...). Los bancos acaban negando el acceso a las cuentas a las clases medias. Una multitud de gente gritando "que se vayan todos!". Surge el movimiento nacional de empresas recuperadas. Su eslogan: ocupar, resistir, producir. Casi 200 empresas ocupadas, estimando en 15000 los trabajadores que las llevan adelante. El documental sigue la intención de convertir en cooperativa la empresa Forjas San Martín. Se vislumbran virtudes y miserias. Virtudes: necesidad surgida de los propios trabajadores de una fábrica más allá del dirigismo burocrático de partidos y sindicatos; decisión en asamblea, un trabajador-un voto de cara a los demás, sueldo igualitaro, facilidad y transparencia, la actividad de los implicados por sacarse las castañas del fuego; colaboración en una red que favorece el apoyo mutuo entre distintas empresas recuperas; ¿el ensayo de una forma de gestión que de forma generalizada supondría la reorganización social con la total participación de sus bases?. Miserias: victimismo obrero, subordinación al tribunal (que niega a Forjas la posibilidad de ocupar la fábrica) y al parlamento (que finalmente le da derecho a ocupar la factoría); falta de perspectiva de los trabajadores que se mueven por conseguir el derecho de gestión. ¿Se puede pedir más ante la confusión, la docilidad, la indiferencia o la apatía generalizada?. ¿Cada fábrica abandonada es un campo de batalla silenciado? ¿Cada cooperativa amenaza?. El documental resalta dos fábricas ocupadas, consideradas paradigmas del movimiento por las ocupaciones: Zanon y Brukman. Sobre Zanon he de decir que visioné un vídeo realizado por unos alemanes que me resultó muy satisfactorio, no recuerdo el nombre. Zanon, fábrica de cerámica con 300 trabajadores, considerada decana del movimiento. 90 millones de dólares expropiados por el acuerdo mutuo de una colectividad de trabajadores (el estilo de vida Yomango se me queda corto ante esta cifra, aunque sin duda es un error intentar cuantificar el estilo de vida Yomango, ¡la fuerza está en lo cualitativo!). Donan tejas a hospitales y escuelas, si crean puestos de trabajo los reclutan de las asambleas de jóvenes parados, hacen del apoyo de la comunidad su fuerza ("Zanon es del pueblo"), dan importancia a la acción y democracia directa. Brukman es una factoría textil también símbolo del movimiento de ocupaciones de fábrica. Muestra el vídeo el desalojo que tuvo lugar no sé cuándo: un ejército de policías bloqueó la entrada a la factoría, cuando las obreras intentan recuperarla se produce una batalla campal, como es habitual, de impotente rabia diferencia en favor de las fuerzas de seguridad (por un lado escudos, cascos, gases lacrimógenos, pelotas de goma e ingente cantidad de efectivos, por el otro, piedras, tirachinas, limones y buena cantidad de efectivos pero sin organización, solidarios de diversos lugares que se reúnen y que bien pueden liarla pero no hacer retroceder a los maderos y permitir la entrada los trabajadores de Brukman). Al final, pasado un tiempo, es el Consejo Municipal de Buenos Aires el que devuelve la fábrica a sus tabajadoras. Hay más curiosidades. Declaraciones del antiguo dueño de Zanon: "Zanon no es del pueblo, la inversión y el trabajo la hice yo"; contacto entre Ménem (que tras dejar el país en quiebra se presenta a las elecciones aunque se retira en la segunda vuelta) y el dueño de Zanon en el que el primero le asegura que le va a devolver la fábrica. Militantes de partidos políticas que contratan a gente del hampa, arrastrada o con pocas opciones para hacer campaña por su partido. Los dos principales políticos jugando sus bazas: Ménem (increíbles las declaraciones y el sketch publicitario de este hombre), enalteciendo el derecho a la propiedad y Kirchner la producción y el trabajo. Intento fallido de entrevista a Anoop Shin representante del FMI.
Alguna consideración a añadir. El campo de batalla principal desde el desarrollo de la sociedad de consumo es el ocio, la oferta de ocio es hoy tan rica y atractiva para consolar nuestras miserias que es necesario plantearse hasta lo que nos parece más normal (se me ocurre ahora tener el loro encendido continuamente mientras se navega por los fotologs, llevar el coche cada fin de semana al concierto del grupo radical de turno, ir al cine y comer palomitas...). El movimiento que no se expande se integra, y a ello colabora el parlamento intentando contener la generalización de las ocupaciones mediante su legalización y regulación. Ha de haber una contínua crítica al proceso productivo que se realiza en toda factoría, pues muchas han de ser consideradas supérfluas en una economía organizada desde la autogestión (un paradigma de necesidad supérflua para mi son las fábricas de envasados y de litografía de envases, los envases sólo son usados una vez, se diseñan para que resulten atractivos en el supermercado al consumidor, toneladas de riqueza acaban en la basura estúpidamente). Han de replantearse las fuentes energéticas. El capitalismo podría seguir su interminable desarrollo productivo mediante cooperativas, "a cada cual sus falsas necesidades". Aquí queda esto.

miércoles, 6 de febrero de 2008

"No logo. Brands, Globalization and Resitance" Naomi Klein 2003

Esta es la versión audiovisual del conocido libro de Naomi Klein titulado No Logo. He de suponer que las ideas se exponen en este documento de forma más escueta, no he tenido la oportunidad de leer el libro al no llegar a mis manos, ni tampoco he tenido la voluntad de buscarlo. Aquí presento un resumen de lo visto, siempre es mejor que cada cual lo vea por sí mismo. Sin lugar, sin opción, sin empleo. Esta es, según la protagonista, la situación a la que nos ha llevado el desarrollo corporativo.


Sin lugar: Un nuevo mundo de marcas. Con la producción anónima y en masa y el transporte en masa se rompieron las antiguas relaciones económicas que contenían una relación de confianza entre cliente y vendedor. Las mercancías llegaban desde extraños lugares en tren o en camión. El primer marketing corporativo trató de ganarse la confianza del cliente mediante logos agradables (Quaker Oats, Aunt Jamina…). Con el tiempo la publicidad ha pretendido asociar una marca a una idea o un estilo de vida. Coca Cola (juventud, paz y amor), Disney (visión nostálgica de los tradicionales pueblos estadounidenses) y Nike (naturaleza del deporte: esfuerzo, habilidad, resistencia…) son marcas pioneras en el desarrollo de este abyecto e ingenioso marketing. En nuestra cultura las ideas han perdido su valor, no son tratadas como si estuvieran conectadas a acciones o creencias. Las ideas más poderosas son usadas para el marketing. En especial gusta usar la idea de democracia y la idea de revolución (Virgin, pionera en utilizar la idea de rebeldía; Bodyshop, movimiento por el medio ambiente; Apple, figuras revolucionarias, hacer las cosas de manera diferente; Ikea, democracia, ensamblar los muebles por ti mismo, arquitecto de tu propio destino; etc.). Lo que vende ahora es el consumidor utilizando un producto determinado, las experiencias y pensamientos que pueden azotarle si consume un producto. Se intenta unir la marca con el modo que usan las personas dicha marca. Mediante la conjunción entre música y marcas (sponsorización de conciertos y grupos, aparición en publicidad de músicos…) estas últimas pretenden convertirse en estrellas, no sólo en sponsors, sino asimilar la identidad y energía de las bandas (un ejemplo puede ser la última campaña de Coca Cola en conjunción con Mecano, y el remate del popurrí de OT que tuve oportunidad de presenciar). La marca Tommy Hilfiger se puede considerar pionera en la colocación del logo a considerable escala en la propia ropa fabricada, de tal modo que los propios consumidores se convierten en paneles publicitarios a talla humana. El éxito de una marca viene dado por su capacidad de expansión: no sólo se es una compañía de ropa si también se es una compañía discográfica, no se es una compañía discográfica si se pueden poseer aviones. Las marcas desean poder estar en todos los sitios y ser parte imprescindible de todo.


El nirvana de las marcas lo ha propiciado Disney con su ciudad “Celebración” en Florida. Multitud de familias viven a tiempo completo en una marca (escuelas Disney, elección de representantes Disney, vida privatizada por completo). Construida como si fuera un monumento, sin paneles publicitarios, sin franquicias en las calles, con grandes espacios verdes, fuentes y niños jugando en la calle. Un idílico monopolio corporativo.
Sin opción: Bombardeo de marcas. No hay posibilidad de desconectar la publicidad, esta se encuentra por doquier. La publicidad se ha incluido hasta en los shows, teleseries y filmes. Al resultar cada vez más difícil captar nuestra atención por el continuo bombardeo de imágenes, la industria intenta renovar su creatividad (publicidad en transbordadores espaciales, en la arena de la playa, en los lavabos, etc) Al ser todo explotable comercialmente, cada vez hay menos lugares donde relacionarse como ciudadanos. La galería comercial pretende imitar a una plaza pública (bancos, fuentes, farolas…), pero estos espacios se rigen por leyes de propiedad privada (dificultad del sabotaje cultural en estos espacios). Existe también la censura corporativa, en la que una marca promueve un determinado tipo de mensaje a través de la expresión artística.
Sin empleos: La factoría deshechada. El objetivo prioritario de las marcas ya no es producir bienes, sino imagen y contenido corporativo. Nike es el paradigma de esta dinámica empresarial, esta firma no posee ni una corporación y todo el registro intelectual que se pueda imaginar (hace poco hemos podido ver como han utilizado sin pudor la tipografía e imagen de portada de los míticos Minor Threat). La proliferación de esta dinámica empresarial ha generado un laberinto de contratas y subcontratas esparcidas por el mundo, en detrimento de los trabajadores que realizan el producto físico, que reciben una pequeña porción del precio de venta final. Países como Indonesia, China y Vietnam, han llegado a crear parques industriales, rodeados de verjas altas y guardias con una masa trabajadora compuesta de mujeres jóvenes provenientes de otras áreas (se trata de conformar unos trabajadores dóciles y sin lazos de unión entre sí), que se dedican a la producción de bienes para EEUU, Canadá y Europa. Los países menos desarrollados compiten entre ellos para conseguir atraer factorías a sus suelos, esta competencia se traduce en conseguir ser el país con la mano de obra más dócil y barata. También el fenómeno de la marca supone un impacto para la población laboral del mundo desarrollado. Las factorías cierran y se lleva a los países con mano de obra barata y los contratos basura proliferan (Manpower y Wal-Mart son los dos mayores proveedores de trabajo en EEUU, Mac-empleos, etc.).


Sin Marca: Activismo anti-corporativo y reclamando las calles. En multitud de productos que consumes tienes la historia de la globalización. Existe el activismo de investigación, que trata mirar detrás de la superficie de las marcas. El sendero termina en las instituciones que legislan el comercio internacional (FMI, BM, OMC). Recuperar lo público ha de ser el eje de la acción (para el que este resumen realiza, lo público no es equiparable a lo estatal, no tengo claro si la protagonista sigue mi misma dirección)… Otras formas de acción pueden ser la interferencia cultural (por ejemplo, analizar el comportamiento social en un centro comercial para subvertirlo) y la destrucción o desvío del material publicitario. Naomi Klein parece tener excesiva fe en lo que se ha dado por llamar el movimiento antiglobalización. En lo que a mi respecta me sumo al carro de los que piensan que el movimiento antiglobalización no es un movimiento ni está contra la globalización.

lunes, 4 de febrero de 2008

Mayo del 68 en Francia

"En el espacio de una semana millones de gentes habían roto con el peso de las condiciones alienantes, con la rutina de la supervivencia, con la falsificación ideológica, con el mundo al revés del espectáculo. Por primera vez desde la Comuna de 1971, y con mejor porvenir, el hombre individual real absorbía al ciudadano abstracto; en tanto que hombre individual en su vida empírica, en su trabajo individual, en sus relaciones individuales, se volvía un ser genérico y reconocía así sus propias fuerzas como fuerzas sociales. La fiesta concedía al fin verdaderas vacaciones a los que no conocían más que días de salario y de permiso. La pirámide jerárquica se había fundido como un pan de azúcar al sol de mayo. Ya no había ni intelectuales ni obreros, sino revolucionarios dialogando por todas partes, generalizando una comunicación en la que sólo los intelectuales obreristas y otros candidatos a dirigentes se sentían excluidos. En este contexto la palabra "camarada" había encontrado su sentido auténtico, señalaba verdaderamente el fin de las separaciones; y los que la empleaban a la estaliniana comprendieron rápidamente que hablar la lengua de los lobos les denunciaba más bien como perros guardianes. Las calles pertenecían a quienes las desadoquinaban. La vida cotidiana, redescubierta de repente, se convertía en el centro de todas las conquistas posibles. Gentes que habían trabajado siempre en oficinas ocupadas ahora declaraban que ya no podrían nunca vivir como antes, ni siquiera un poco mejor que antes. Se sentía muy bien en la revolución naciente que sólo habría retrocesos tácticos y ya no renunciamientos. Cuando la ocupación del Odeón, el director administrativo se retiró al fondo de la escena, después, pasado el momento de sorpresa dio unos pasos hacia delante y exclamó: "Ahora que lo habéis tomado, guardadlo, no lo devolváis jamás, quemadlo más bien" - y que el Odeón momentáneamente devuelto a su chusma cultural no haya sido quemado demuestra que sólo estábamos en el estreno. El tiempo capitalizado se había parado. Sin tren, sin metro, sin coche, sin trabajo, los huelguistas recuperaron el tiempo tan tristemente perdido en las fábricas, en la carretera, ante la televisión. Se vagaba por la calle, se soñaba, se aprendía a vivir. Por primera vez hubo verdaderamente una juventud. No la categoría social inventada para las necesidades de la causa mercantil por los sociólogos y los economistas, sino la única juventud real, la del tiempo vivido sin tiempo muerto, la que rechaza la referencia policiaca de la edad en provecho de la intensidad ("viva la efímera juventud marxista-pesimista", decía una inscripción). [...]. El personal de la fábrica Schlumberger precisó que su revindicación "no se refería de ninguna manera a los salarios" y entró en huelga para sostener a los obreros particularmente explotados de Danone, la fábrica vecina. Los empleados de la F.N.A.C., declararon igualmente en una octavilla que: "Nosotros, trabajadores de los almacenes de la F.N.A.C., no nos hemos puesto en huelga por la satisfacción de nuestras reivindicaciones particulares, sino para participar en el movimiento que moviliza actualmente diez millones de trabajadores manuales e intelectuales...". El reflejo del internacionalismo, que los especialistas de las coexistencias pacíficas y de las guerrillas exóticas habían enterrado prematuramente en el olvido o en las oraciones fúnebres del estúpido Regis Debray, reapareció con una fuerza que parece augurar la próxima vuelta de las Brigadas Internacionales. Al mismo tiempo, todo el espectáculo de la política extranjera, Vietnam en cabeza, se disolvió súbitamente revelando lo que nunca había dejado de ser: falsos problemas para falsas protestas. Se aclamó la toma del Bumidon por los Antilleses, las ocupaciones de residencias universitarias internacionales. Raramente fueron quemadas tantas banderas nacionales por tantos extranjeros resueltos a terminar de una vez para siempre con el símbolo del Estado, antes de terminar con los mismos Estados. El gobierno francés supo responder a este internacionalismo entregando a la prisión de todos los países a los españoles, iranianos, tunecinos, portugueses, africanos y a todos aquellos que soñaban en Francia por una libertad prohibida en su país.
Toda la charlatanería sobre las reivindicaciones parciales no bastaba para borrar un solo momento de libertad vivida. En algunos días, la certeza del cambio total posible había llegado a ser un punto sin retorno. La organización jerárquica, tocada en sus fundamentos económicos, cesaba de aparecer como una fatalidad. El rechazo de los jefes y de las fuerzas del orden, como la lucha contra el Estado y sus policías, se había convertido primeramente en una realidad en los lugares de trabajo, donde empresarios y dirigentes de todas clases habían sido expulsados. Incluso la presencia de aprendices a dirigentes, hombres de los sindicatos y de los partidos no podia borrar del ánimo de los revolucionarios que lo que se había hecho más apasionadamente se había hecho sin ellos y además contra ellos. El término "estalinismo" fue reconocido así por todos como el peor insulto en la jauría política.
El paro del trabajo, como fase esencial de un movimiento que apenas ignoraba su carácter insurreccional, metía en la mente de cada uno esta evidencia primordial de que el trabajo alienado produce la alienación. El derecho a la pereza se confirmaba, no solamente en pintadas populares como "No trabajéis jamás" o "Vivir sin tiempo muerto, gozar sin trabas", sino sobre todo en el desencadenamiento de la actividad lúdica. Fourier ya señalaba que serían necesarias varias horas de trabajo a obreros para construir una barricada que amotinados levantan en unos minutos. La desaparición del trabajo forzado coincidía necesariamente con la rienda suelta a la creatividad en todos los dominios: pintadas, lenguaje, comportamiento, táctica, técnica de combate, agitación, canciones, carteles y cómics. Cada uno podía medir así la suma de energía creativa prostituida en los periodos de supervivencia, en los días condenados al rendimiento, al shopping, a la tele, a la pasividad erigida en principio. Se podía estimar con el contador Geiger la tristeza de las fábricas de ocio donde se paga para consumir con aburrimiento las mercancías que se producen en el hastío que hace los ocios deseables. "Bajo los adoquines, la playa", hacía constar alegremente un poeta de muralla, mientras que una carta aparentemente firmada del C.N.P.F. aconsejaba cínicamente a los trabajadores olvidar las ocupaciones de fábrica y aprovechar sus aumentos de sueldo para pasar sus vacaciones en el "Club Mediterráneo".

René Vienet, Enragés y situacionistas en el movimiento de las ocupaciones (julio 1968)

Yo cuando era joven, también pensaba como tú.




- Yo, cuando era joven también pensaba como tú, pero ahora...
- Tú cuando eras joven eras imbécil, y ahora lo eres bastante más!

sábado, 2 de febrero de 2008

Stephen Hawking



"Si no puedo bailar, no quiero tu revolución" (Emma Goldman, Viviendo mi vida)

viernes, 1 de febrero de 2008

Tierras Beronas



"Habéis convertido la prisión en la cloaca, en el vertedero donde vosotros, los buenos y los honrados, os deshacéis de los hombres y mujeres que cometen alguna falta dentro de la sociedad... no combatís al hombre como asocial, quitáis algo de las calles porque molesta" (Xosé Tarrío, Huye, hombre, huye)